El otro día hablando con un amigo, salió el tema de la serie Campeones, se ha comentado mucho de esta serie, de los campos de tres kilómetros, de que Mark Lenders para ser chino parecía muy sudamericano, que el balón se alargaba, que chicos de 15 años tenían tanta fuerza en las piernas que rompían redes y posteriormente hacían un agujero en la pared, etc. No voy a reiterarme en esto porque se ha hablado demasiado, hablaré del desenlace de la serie, que para muchos es totalmente desconocido.
Tenemos que situarnos en la final mundial juvenil de fútbol, gana Japón, que novedad, creo que Oliver Aton sólo perdió dos partidos en toda la serie, Oliver se va a Brasil para jugar profesionalmente, allí se encuentra con su rival Santana, también rival con la selección de Brasil. Oliver se hace un hombre jugando al futbol y le ficha… el Barça!! Santana, picao porque quiere enfrentarse a Oliver, se va… al Madrid!! Que grande!! Pero estos nombres no son así en la serie, el Barça es el Cataluña y el Madrid el San José (¡¡ole al que puso el nombre!!). Oliver tiene muchos problemas para aclimatarse en el equipo, se encuentra además a otro numero 10 como Rivaul (inspirado en Rivaldo) que le tapa el puesto. Oliver es obligado a jugar en el equipo B del Bar…Cataluña! y si marca 10 goles en 5 partidos o algo así subirá al primer equipo, Oliver consigue el reto con la punta del dedo gordo del pie y sube al primer equipo. Se enfrentan Cataluña y San José, el San José se adelanta 0 a 2 en el Camp Nou, Rivaul se lesiona, Oliver salta al campo, Rivaul le mira desde el banquillo le dice cuatro cosas con la mente a Oli, este que es un sobrao crea dos jugadas que son dos goles, empate a 2 y ahí se queda, con Santana y Oli mirándose, adorándose, retándose. Cambiamos de liga y nos vamos a Alemania, ahí está Benjamín Price, alias Benji, portero del Hamburgo, partido contra el Bayern de Munich, el Kaiser le tira un tiro endiablado, Benji lo para como solo el sabe hacerlo y monta un contraataque para su equipo. Volvemos a cambiar, ahora vamos al catenaccio, en el Piamonte (Juventus) juega Mark Lenders, que tiene problemas de aclimatación y la dureza del futbol italiano le está afectando, ¿a él? ¿la dureza?, pero si Lenders era el más chungo de todos los japoneses, bueno, su equipo no pasa del empate a 0, el entrenador está desesperado y le saca al campo, Lenders coge el balón y un italiano macarra le va a quitar con malas artes el esférico (estos italianos, nunca aprenden), pero Lenders que parece recuperar la testosterona le mete un arreo, chuta y gol, consagrado.
La escena final, es en el Mundial de Corea y Japón 2002, la inauguración del mundial, el partido inaugural es Japón – Brasil, nuestros ídolos llegan a lo más alto, se miran con sus rivales brasileños, encabezados por Santana y Rivaul, Lenders y Aton sacan de centro y ahí se termina la serie. Es un buen final, sin victoria ni derrota, la consagración de todos los jugadores.
Este artículo va para todos ellos, para el pesao de Oli y su puñetero balón, para el Brokeback Mountain de Tom Baker, para el genial (y mi favorito) Dani Melow, para el tengo unos huevos de toro Mark Lenders, para el paralotodo Benjí, para Ed Warner, sus calcetines molones y sus paradas apoyándose en el poste, ¡¡VIVA ED WARNER!!, para Bruce-Abelardo, para el nefasto Alan, para los hermanos Derrick y su catapulta infernal, para Philip “no gané nunca nada” Callaghan, para el armario ropero llamado Yuma, para Julian Ross y su débil corazón, para todos ellos gracias, por hacernos vibrar y disfrutar de un deporte que de mayor da más disgustos que alegrías, depende del equipo que seas, claro…
La canción de hoy, futbolera, se llama Three Lions y es de los Lightning Seeds, brit pop en estado puro para un tema que se creó para la Eurocopa del 96, como pasan los años, brrrrrrrrr!!! España cayó en cuartos, pa variar!
miércoles, 20 de febrero de 2008
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